miércoles, 31 de agosto de 2011

Amor de verano.

Ha estado a tu lado todas las noches de verano, en todos tus sueños. Te ha dado todo lo que necesitabas. Pero te dijo que cerraras los ojos para soñar, que soñaras con un lugar mejor, con el, con vosotros, y cuando los abriste el
ya no estaba allí. Se fue, se ha ido y, probablemente, nunca vuelva. Recoge una estrella antes de que se pierda vuestra luna y os olvide. Guarda esa estrella, para siempre; piensa en cada caricia, cada susurro, cada beso no dado, cada te quiero olvidado. Piensa en ello durante el tiempo que necesites para cerrar esa herida que se ha instalado en tu corazón, hasta que los recuerdos dejen de doler y luego, olvídalo, borra su numero, no lo esperes, no pienses en ello, y, sobretodo, nunca abandones, otra luna vendrá y, con un poco de suerte, se llevará la estrella en la que ahora habitan vuestros recuerdos. Y si no, piensa que los amores de verano son eso, estrellas fugaces, un espectacular momento de luz celestial, una efímera luz de la eternidad, y en un instante, se van....y bien, lo único que te queda por hacer ahora es esperar que, ahora que se ha ido, ser feliz eternamente.

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